viernes, 8 de noviembre de 2013

La Alcahuetería.

La alcahuetería.

En la edad media vemos que realmente se da importancia a este término, donde se ha conocido a un o a una alcahueta en el ámbito amoroso, lo que ha dado lugar a cien números de escritos literarios hechos por personajes insignias o como Quevedo, Garci Rodríguez de Montalvo o Fernando Rojas (La Celestina). En ella se narra el caso de alcahuetería de Celestina a Melibea para poder verse con Calisto; donde la consecuencia para sus protagonistas que fueron Calisto, Celestina y Melibea fue la muerte. Por medio de esta obra, podemos ver como el escritor describe la actitud de una persona falsa y alcahueta, para obtener lo que desea.

Como muchos sabemos, la alcahuetería nace en nuestros hogares, cuando nuestros padres o mayores nos permiten hacer cosas indebidas, cosas que tal vez nosotros pensemos que están bien pero no es así y nuestros padres nos permiten hacer cosas así y no nos exigen respeto ni autoridad, en casos como estos se da la alcahuetería, esto se da cuando ellos nos permiten hacer lo que se nos viene en gana.

La alcahuetería es un término poco feliz, más bien es una palabra cargada de una gran morbosidad que se emplea para tildar a las personas que tapan u ocultan las andanzas y demás acciones de otros considerados sus protegidos; en sentido de su definición, alcahuetas abundan por todas partes, fuera como dentro del ámbito familiar y aquí, los padres, abuelos, tíos se conviertan en alcahuetas de sus hijos, nietos o sobrinos cuando engríen sobremanera o pasan a ser cómplices del accionar y/o caprichos de sus protegidos.[1]
Se puede decir que la alcahuetería nace en los hogares de todo el mundo, aunque se ve reflejada en las diferentes sociedades de nuestro entorno. La alcahuetería, hoy en día se presenta en cualquier lugar, en la casa, en los barrios, en los colegios, en las empresas, en los trabajos, con todas las personas que nos rodean, esté es un gran fenómeno, ya que si seguimos así esta sociedad irá cada vez para abajo y podría acabar con el futuro de muchos.
Ahora bien, si un joven es “mal estudiante” es porque en su hogar le han permitido sembrar antivalores como la pereza, el irrespeto, la irresponsabilidad, entre otros. En uno de estos casos donde se presenta la pereza, el joven que tiene la obligación de ir al colegio se queda en su cama durmiendo hasta tarde, escapando de su responsabilidad diaria, dando excusas baratas para evitar asistir,, le da a entender a su madre que esta indispuesto. Su madre al no mostrar autoridad lo deja en casa haciendo lo que a él se le viene en gana y está permitiendo que él deje valores fundamentales para su edad que son la responsabilidad, el respeto, el ser entusiasta, la tolerancia, el amor, la autoridad, el proyectar algo positivo para su vida. Tener un hijo es un milagro de la naturaleza. Educarlo: una proeza y maravilla de la vida.
Nada más grato en el papel de una madre, que tener la oportunidad educar un “ser” para el amor y el bien de la sociedad.
Nada más exigente en la existencia de una mujer que ser “ejemplo”  y modelo de “persona” para un hijo.  Nada más grotesco y penoso que una mamá mediocre y de pésima conducta.[2]
Es una vergüenza escuchar a madres de familia decir que no saben qué hacer con sus hijos que apenas están en primaria, o que los llevan al colegio y le dicen a la profesora “ahí se lo dejo por que no sé qué hacer con él”. Por culpa de mujeres así es que esta sociedad va de mal en peor, por esto reina la maldad y cada vez hay más madres así o más alcahuetas que no saben qué hacer con sus hijos y que prefieren dar su responsabilidad a otras personas. Un ejemplo de esto es cuando las madres dejan a sus hijos hasta tarde de la noche en las calles, cuando no prestan atención donde están  ellos o con quien están, si sus compañías son buenas o malas, si están haciendo lo que ellos dicen o están haciendo cosas indebidas, si mienten y hacen las cosas a las tapadas.
No duden que cada pandillero, que cada degenerado, que cada ladrón y cada asesino, es producto de la mala educación recibida por una pésima madre. Una mujer cría y modela el espíritu, la conducta y la forma de ser de sus hijos.
Ellas y nadie más que ellas tienen el poder y la capacidad de criar buenas o malas gentes. Hay mujeres que piensa que ser madre es parir y recibir regalos el día de la madre, o quejarse y dar cantaleta todo el día. No señores, eso no es ser mamá. La cosa es más seria.
Ellas y nadie más que ellas tienen el poder y la capacidad de criar buenas o malas gentes. Hay mujeres que piensa que ser madre es parir y recibir regalos el día de la madre, o quejarse y dar cantaleta todo el día. No señores, eso no es ser mamá. La cosa es más seria.
La sociedad es, y será el resultado positivo de la educación otorgada por una madre a sus hijos. El padre ayuda, los profesores ayudan. Pero son las madres las que cultivan la forma de ser de sus hijos, que luego serán hombres.
Una mamá no puede ser permisiva ni con el niño ni con el muchacho, porque en menos de lo que canta un gallo ella se vuelve un cero a la izquierda, víctimas de mentiras, engaños y abusos.
Madres permisivas, madres sin autoridad, madres alcahuetas son un grave problema para la estabilidad social.  Una verdadera mamá tiene que tener carácter: esa es su principal arma. Si se dedica a gritar como cotorra loca todo el día, ningún hijo la va a tomar en serio.
Una mamá, desde temprano debe exigirles a sus hijos a cumplir con las normas de la casa y de la sociedad. Debe obligar a sus hijos a entender que cada acto negativo tiene consecuencias.  Una mamá debe educar a sus hijos con seriedad, sin democracias, con dureza. Las mamás bonochonas tienen hijos delincuentes.
Una madre debe exigirle desde muy temprana edad a sus hijos cumplir con las cosas de la casa y la sociedad. Debe obligar a sus hijos a entender que cada acto negativo tiene su consecuencia. Una mamá debe educar a sus hijos con sinceridad, con dureza y mucho amor. Las mamás alcahuetas tienen hijos delincuentes, hijos que no van a llegar a ninguna parte porque los dejan hacer los que ellos quieran. Madres permisivas, madres sin autoridad, madres alcahuetas son un grave problema para la sociedad. Una verdadera y buena mamá debe tener carácter; esa es su principal arma. Si se dedica a gritar y a regañar todo el día ningún hijo la va a tomar en serio. Una mamá no puede ser permisiva con su hijo porque en menos de lo que canta un gallo se vuelve un cero a la izquierda.
En otro ámbito la alcahuetería se puede presentar en las instituciones educativas, un ejemplo de esto es el del estudiante que llega tarde, llega mal presentado, su comportamiento no es bueno, hay docentes que por alguna razón no les dicen nada, no les exigen como se debe, ya que el docente es la autoridad en la institución.
El docente puede llegar al punto de alcahuetería extrema, donde solo le interesa llegar a dictar su clase para medio cumplir con su obligación, pero olvida que su obligación también es dar un ejemplo y exigir valores, encaminar al estudiante a ser una mejor persona tanto en el colegio como en su hogar y en cualquier parta. Él lo puede lograr hablándole y nombrándole las consecuencias que conllevan con su actitud. Hay profesores que les da muy igual lo que hacen sus alumnos; a veces les dicen “a mí no me importa lo que usted haga, a mí me pagan lo mismo.” O les dicen cosas como “quién pierde, ¿usted o yo?”. Muestran su desinterés por los estudiantes.
Su alcahuetería llega al punto de llegar a cualquier hora a la clase, dejar trabajos a última hora, salirse en medio de la clase, no estar pendiente de lo que hacen los estudiantes, comer mientras dicta su clase; cuando el docente está ausente los estudiantes toman una actitud relajada y negativa, fomentan mucho desorden con los demás compañeros, aumentan la contaminación auditiva, saltan, gritan, corren, se ríen y le faltan al respeto a las personas que están a sus alrededores.
Por otra parte una consecuencia a futuro es el hijo que llega tarde al colegio, que cuando sale del colegio se dirige a otro lugar y llega a su casa a altas horas de la noche, esté se dirige a sitios indebidos ya que está portando el uniforme de la institución a la cual asiste; sitios tales como: maquinitas, villares, casinos, internet’s, xbox’s,  y aparte de esto hacen cosas indebidas como: fumar, pelear por gusto, y hasta robas, al llegar a su casa su madre le pide explicaciones de porque su tardanza, en pocas palabras “lo regañan”, si conchudez llega al límite de responderle con malas palabras, alzarle la mano y hasta lastimarla.
Ella como no tomo autoridad desde un principio, llega al punto de empezarle a tener miedo a su propio hijo, ella trata de buscar ayuda y acude a la orientación de la institución a la que su hijo asiste, ellos como debido proceso tratan de ayudarle a si hijo a darle a entender que lo que está haciendo no es correcto, de muchas maneras tratan de orientarlo, de hacerle entender que es lo que está haciendo mal.
Sin embargo, no todos los casos son de madres que no prestan atención a los actos de sus hijos, en algunas ocasiones se presenta cierto interés de la madre hacia su hijo, ella hace lo posible por que a su le vaya bien y lo encamina por el camino del bien, ella trata de inculcarle cosas buenas para su vida lo que pasa en algunas ocasiones es que no siempre es culpa de la madre que su hijo tome actitudes no debidas sino que es culpa del mismo joven, es decir, el joven es responsable de sus propios actos, la madre no lo puede obligar a que haga las cosas bien y por más que ella lo haga el no hace caso a las órdenes de su madre.
En otras palabras, la madre trata en lo posible para que si hijo haga las cosas bien, correctamente, trata que sea más responsable pero aun así el hijo trata de querer más libertad, pero no todo esa responsabilidad sobre el hijo es cuestión de la madre, también hay ciertas presencia de autoridad en el hogar como lo es el padre, que también a veces que presenta casos de alcahuetería sobre su hijo. Pongamos por caso, el hijo que llega del colegio en horas de la tarde, este llega con bastante trabajo ya que en el colegio le asignaron varias tareas, él llega y encuentra a su padre y le pide dinero para ir a jugar maquinitas a la tienda de la esquina, el padre se los da, sin decirle a qué hora tiene que llegar ni le dice que se quite el uniforme y haga primero sus tareas, sino que de inmediato le da el dinero para que su hijo salga a jugar.
Luego de una horas el niño sigue en la calle; la madre pregunta por el a su padre y este le responde que se está divirtiendo jugando un poco en la calle, ella le dice que eso no está bien que el primero tiene que cumplir con sus responsabilidades, pero aun así el padre no le presta mucha atención al tema. Respecto a esta situación el padre presenta una clase de alcahuetería donde él no le interesa las responsabilidades que su hijo debe tener y así mismo este no le exige para que el niño pueda progresar.
A mi juicio, puedo decir que la alcahuetería la podemos observar a nuestro alrededor, de tantas maneras que hasta absurdas nos pueden parecer. En calles, colegios, escuelas, ciudades, en el trabajo, en los barrios, en fin, la alcahuetería es una caso que hay veces se vuelve algo monótono, algo de nuestro diario vivir, que si no estamos pendientes y nos damos cuenta esto puede llegar al límite de poseernos problemas no solo con las demás personas sino con  nosotros mismos.
Con lo hablado anteriormente, estas situaciones no son las únicas que se presentan en nuestra sociedad, hay variedad de casos en los que se presenta la alcahuetería; en cualquier tema, amor, familia,  pero con consecuencias que perjudican nuestro diario vivir, pero al igual de muchas maneras se puede evitar de varias maneras; una de ellas es siendo consiente de nuestros actos, que nos demos cuenta a tiempo del error que estamos cometiendo para que en un futuro las consecuencias no sean algo que tengamos que lamentar.
En resumen al anterior texto, la alcahuetería es algo que tenemos que superar en nuestro día cotidiano, no debemos dejar que ella sea parte de nuestra vida, ya que esto no es un reflejo de una buena persona ya que encubre cosas que no se deben hacer y no solamente perjudica a la persona que encubre sino así mismo, de igual manera que todos salen perdiendo, se tiene que tener en cuenta que la mejor forma de solucionar este fenómeno es buscando una ayuda confiable según a la persona que se le esté presentando casos de alcahuetería, pero decimos así que en caso de la madre alcahueta o el padre, estos pueden buscar ayuda en psicólogos o gente que tenga relación con el tema y pueda ayudarlos.
En conclusión, una persona alcahueta es aquella que encubre cosas ilícitas o indebidas a otra, por alguna razón Una mamá debe enseñarles a sus hijos el valor de la libertad. Y libertad es el premio que se tiene luego de hacer la tarea, la limpieza del cuarto, la tendida de la cama, de acostarse a la hora adecuada, de ayudar con el aseo de la casa, de prepararse los propios alimentos. Cada malformación de un ser, es el resultado de una inconsistencia en el papel de una madre y por otro lado, cada institución educativa debe orientar a su estudiante a ir por un camino donde su responsabilidad y deberes está por encima de todo.

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